Las consecuencias subjetivas derivadas del malestar en la cultura, en torno al contexto social, económico y cultural de la época generan efectos cuya expresión en prácticas de violencias adquieren una estrecha relación del sujeto con la realidad de su tiempo.

El psicoanálisis, entendido como una posición ética, en tanto atiende a la singularidad del sujeto en “el caso por caso” en su intersección con los derechos humanos como precepto diseñado “para todos”, introduce una perspectiva indelegable.